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Me forme en profesiones de ayuda, y dedique mi labor profesional a compartir sufrimientos y alegrías, ejercí como CUIDADOR, inventé espacios de placer como ANIMADOR SOCIOCULTURAL, busque recursos bajo los adoquines como TRABAJADOR SOCIAL, participe como EDUCADOR SOCIAL a la transformación de la realidad, FORME en cursos donde aporté mi experiencia y conocimientos, con el fin de que surgieran excelentes profesionales, ESCRIBÍ manuales sobre discapacidad y mediación, y EJERZO COMO ACOMPAÑANTE PSICOLÓGICO, TERAPEUTA TRANSPERSONAL, QUE APORTA TÉCNICAS DE MEDITACIÓN PARA EL ENCUENTRO PERSONAL CON SI MISMO, Y EXPRESO SENTIMIENTOS EN MIS ESCRITOS, SURGIDOS DE LAS HISTORIAS RECIBIDAS Y DE LA EXPERIENCIA DE VIVIR.

sábado, 26 de octubre de 2013

Sobrevivir, cuestión de existir

Sobrevivir es lo duro de la existencia, donde se juega la existencia, la posibilidad de existir o desaparecer, es lo realmente difícil, lo único difícil en toda existencia. Porque vivir es una cuestión de actitud, mas la supervivencia es una cuestión de aferrarse a ella. Es la ausencia de recursos y seguridades, es la ausencia de esperanzas e ilusiones, es la lucha permanente por respirar, por comer, por existir. La vida esta tras la supervivencia, por ello quienes viven olvida la aspereza de sobrevivir, las rozaduras que conlleva recoger una bocanada de aire, lo inservible que parece un pensamiento, y lo lejano que queda toda bella frase, por más que contenga verdad en el mundo de la vida. Lo necesario de un abrazo, que amolde el cuerpo antes de que este encalle, es secar las cuencas de los ojos, para ahorrar líquidos, y no deshidratarse.
La supervivencia es atravesar el canal del parto, forzar a los pulmones a respirar, buscar con ansia el pezón, el cual será absorbido hasta secarlo, extrayendo las últimas gotas de alimento. Para existir un día más.
La vida es el juego en el parque, sabedores de ser observados, por los ojos atentos de los padres. Es el abrazo de la mañana, el éxtasis ante las estrellas, la fuerza para encaminar los pasos torcidos. La vida es una actitud, toda vez logrado superar la supervivencia.
Sobrevivir es cuando el futuro no se extiende más allá de un instante, de una hora, y respiras para llegar al mañana, ver como un palmo es la frontera entre dolorosamente respirar, y alcanzar la vida. Mantenerse atado mediante un hilo de araña, antes de caer al subsuelo. Es soñar únicamente con tener esperanzas, de poder comer al día siguiente, puesto que no se alcanza a mantener suficiente suelo para vivir. La suficiente seguridad para llegar a la tierra prometida. 
Sobrevivir es sentir que el viento hiere y reseca la piel, mientras que vivir es sentir la caricia del viento. Porque se abandono la lucha por el aire, por el techo, por al amor, por la comida, por ser humano. 
Sobrevivir no es sufrir, eso sólo se reserva a la vida, es sentir un dolor que corta el aire, que cierra el esófago y roba el sueño. Un dolor que no provoca la mente.
Sobrevivir es permanecer alerta, incluso cuando aparece un momento de alegría. Es estar presente en cada momento, incluso luchando contra una mente revuelta. Pero no para sentir el placer de vivir, sino para decidir la acción que sigue, en el mundo de la supervivencia. Es permanecer alerta perenne. 
Sobrevivir es mantenerse cual espora, hasta lograr las condiciones óptimas para desarrollarse, y por lo tanto vivir. Porque no hay lo mínimo para vivir, escasea al alimento del cuerpo, y del alma, escasea hasta la saciedad, los afectos, los esfuerzos, los hogares, todo aquello que dota de un mínimo de seguridad para comenzar a vivir.
Vivir es cuestión de actitud, sobrevivir es cuestión de existir.